sábado, mayo 20, 2006

se me olvido...

contarles algo...
bueno de esto hace más de un mes, como pasa el tiempo...
Tuv eque ir a Talcahuano, no voy nunca, nací allí casualmente pero no conozco la ciudad...la cosa es que estaba allá porque debía hacer un trámite, pero tuve que hacer tiempo porque el lugar donde iba estaba cerrado, asi que no me quedo otra que dar vueltas por el centro de la ciudad, estaba en eso, cuando de pronto llegue a una esquina y pare mi caminata porque venía un auto, para mi sorpresa en el auto iba un "caballero", que uds conocen con el nombre de Lupercio Benavente, ¡qué sorpresa!.
La verdad que los dos nos vimos en una fracción de segundo y los dos nos quedamos boquiabiertos y obviamente ni nos saludamos. Yo seguí mi caminata, ya era hora, pero me fui todo el camino pensando en el Lupe y loco de verlo acá, no veo nunca a nadie, a menos que vengan a verme y no sucede muy seguido. Iba llegando al lugar que ya estaba abierto y pensando en el auto del Lupe y lo formal que se veía..."tan caballero" que me pareció verlo, y yo, muy de jeans y sweater; cuando veo un auto del mismo color, que se estacionaba, me quede mirando por si acaso y sí era él. Me acerqué, nos saludamos y hablamos un poco. Le conté de nuestro magno asado el año pasado y quedamos que si nos volvíamos a reunir lo llamaría, ahora tengo sus e-mail y celular. Se ve bien, su hija está enorme, tiene 8 años, casi me dio ataque, cómo pasa el tiempo. A todo esto él hace tiempo que andaba por estos lados porque trabajó aquí y ahora andaba en eso mismo postulando a un trabajo, ojalá le haya ido bien.
La cosa es que la emoción del encuentro me duró como dos días, y me bajó la nostalgia de la época del menchaca del nunca acabar como dijo una vez la Damaris.
Andru

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